miércoles, 5 de diciembre de 2012

LOS SIETES SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO 



El texto  “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro”, de Eduardo Morín, puede considerarse una respuesta a las barreras que presenta la educación para avanzar. Una de ellas es la resistencia de los actores principales como los docentes al cambio, otra es la falta de políticas educativas eficientes que incorporen herramientas adaptadas a las realidades cognoscitivas y tecnológicas de nuestros días, entre otras. Además de ser una muestra del discurso filosófico-poético de uno de los pensadores más agudos de la actualidad donde expresa sus ideas sobre la esencia misma de la educación del futuro, dentro de su visión de pensamiento complejo con la intensión de suscitar un debate que contribuya a ayudar a los educadores y dirigentes a dilucidar su propio pensamiento acerca de cómo orientar la educación hacia un desarrollo sostenible. Para Morín el asunto está en siete saberes fundamentales que el hombre ha conocido y descuidado y que requiere retomar para alcanzar promover valores y principios en educación que hagan posible optimizar la formación humana ante los retos del siglo XXI.
Su propuesta no es un esquema ideado como receta mágica, sino una flecha que aspira entrar hasta la última de nuestras células para que reaccionemos y fijemos nuestra atención sobre esos detalles que por su simplicidad y cotidianidad pasan desapercibidos ante los ojos de los investigadores.
De forma esquemática se presenta un resumen de la esencia de  los siete planteamientos fundamentales de Edgar Morín respecto de la educación de futuro, ellos son:
Ø  Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión
En el primer saber, Morín expone que todo conocimiento conlleva el riesgo del error y de la ilusión. El mayor error sería subestimar el problema del error y la mayor ilusión sería subestimar el problema de la ilusión, en este enfoque, señala que se torna necesario introducir y desarrollar en la educación el estudio de las características cerebrales, mentales y culturales del conocimiento humano, de sus procesos y modalidades, de las disposiciones tanto síquicas como culturales que permitan arriesgar el error y la ilusión.
Ø  Los principios de un conocimiento pertinente
Señala que el papel del conocimiento es apreciar el entorno y sus relaciones de forma integral y global, en el que el ser humano sea no sólo capaz de identificar los objetos, sino aprehender de ellos y de su lugar en el marco de la naturaleza. Morín motiva a los educadores a desarrollar la aptitud natural de la inteligencia humana, la cual no es otra que la ubicación de las informaciones en un sistema de interrelaciones que le dé sentido de pertenencia con el todo, pero que a la vez devele la profundidad y razón de ser de las partes.
En este contexto, Morín argumenta que el predominio de un conocimiento fragmentado según las disciplinas impide a menudo operar el vínculo entre las partes y las totalidades y debe dar paso a un modo de conocimiento capaz de aprehender los objetos en sus contextos, sus complejidades, sus conjuntos. Es necesario enseñar los métodos que permiten aprehender las relaciones mutuas y las influencias recíprocas entre las partes y el todo en un mundo complejo.
Ø  Enseñar la condición humana
Resalta la misión que tenemos en lograr desarrollar la inteligencia general para resolver problemas usando el conocimiento de una manera multidimensional tomando en cuenta la complejidad. Es una reflexión acerca de lo que es el hombre en su total dimensión, de  el ser humano es a la vez físico, biológico, psíquico, cultural, social e histórico, en tal sentido, expresa Morín, indicando que en toda esa composición del hombre está dispersa la educación a través de las disciplinas, impidiendo una verdadera unidad que permita reunir y organizar los conocimientos dispersos en las ciencias de la naturaleza, las ciencias humanas, la literatura, la filosofía, entre otras. Morín hace énfasis en este saber, y al cual nos suscribimos totalmente, es que la unión entre la unidad y la diversidad de todo, es lo que se traduce en la condición humana. Propone que es posible reconocer la unidad y la complejidad humanas reuniendo y organizando conocimientos dispersos en las ciencias y mostrar la unión indisoluble entre la unidad y la diversidad de todo lo que es humano, ya que el hombre solo se completa como ser plenamente humano por y en la cultura. No hay cultura sin cerebro humano  y no hay mente  sin cultura.
Ø  Enseñar la identidad terrenal.
Este saber lo enfoca Morín respondiendo a la necesidad de que el hombre conozca su lugar en el universo, señala que el ser humano no podrá entender su realidad sólo comprendiendo su condición humana, sino interpretando, e internalizando la condición del mundo que hoy se muestra en una era planetaria, cuya fase actual es la mundialización. A lo largo de la explicación que da acerca de este saber, Morín hace énfasis en que la mundialización es uno de los problemas de nuestro tiempo y de la necesidad de un pensamiento policéntrico por parte de la educación para la identidad y la conciencia terrenal., que tenga la condición de un universalismo no abstracto, sino consiente de la unidad-diversidad de la condición humana.
Enfoca temáticas que deben abordarse como la era planetaria en donde el  mundo se vuelve cada vez más un todo, es necesaria una noción más rica y compleja del desarrollo, que sea no sólo material, sino también intelectual, afectivo, moral; las armas nucleares y los nuevos peligros, la dominación desenfrenada de la naturaleza por la técnica conduce a la humanidad al suicidio, entre otras.
Ø  Afrontar las incertidumbres.
Hace un llamado a la educación, como sistema, a que se preocupe más por comprender el campo de las incertidumbres pero desde la óptica de la certeza; es decir, que el educador asuma la responsabilidad de generar estrategias alternativas ante los acontecimientos o hechos inesperados, lo que debe ir acompañado con el liderazgo transformacional para enfrentar con plenitud los cambios.
Ø  Enseñar la comprensión
Este saber genera la respuesta a la necesidad de que el ser humano aprecie con sus sentidos el conocimiento y no se quede en superficialidades. El diálogo es una vía para que el hombre cultive su intelecto y comprenda la heterogeneidad y complejidad de su mundo. A pesar de la amplitud en el ámbito de la información y la comunicación, hay debilidad en la comprensión de los mensajes, por ello es preciso enseñar a comprender.
Ø  La ética del género humano.
Morín aborda este saber desde la perspectiva que la ética debe formarse en las mentes a partir de la conciencia de que el humano es individuo- sociedad- especie. La educación debe no sólo contribuir a una toma de conciencia de nuestra Tierra-Patria, sino también permitir que esta conciencia se traduzca en voluntad de realizar la ciudadanía terrenal. Enfoca la relación con el cumplimiento del deber de enseñar a comprender, la educación debe conducir a un proceso constante de interacción y comunicación entre el individuo-la sociedad-y la especie.
“Es necesario aprender a navegar en un océano de incertidumbres a través de archipiélagos de certeza”. (B. Fontal)
                                                                                                          Autora: Prof. Glenys Aro
 
Subprograma: Maestría en Gerencia Educacional.
Cátedra: Sistema Educativo Venezolano
Facilitador: Prof. José Camejo
Estudiante: Prof. Glenys Aro

LOS SIETES SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO

martes, 4 de diciembre de 2012

LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO (UNESCO)

LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO  (UNESCO)
La Sociedad del Conocimiento ocupa un lugar estelar en la discusión actual en las ciencias sociales, se trata de un concepto que aparentemente resume las transformaciones sociales que se están produciendo en la sociedad moderna y sirve para el análisis de estas transformaciones, y al mismo tiempo, ofrece una visión del futuro para guiar normativamente como las acciones políticas que ha tenido una adaptación desigual en las diferentes áreas lingüísticas concurriendo también con otros términos como sociedad de la información, su expresión se refiere a la apropiación de la información para beneficio de las personas que se entiende como la aplicación de la información, filtrada y seleccionada,  en actividades concretas, por lo cual el conocimiento es uno de los parámetros que gobierna y condiciona la estructura y composición de la sociedad actual y es, también, mercancía e instrumento determinante del bienestar y progreso de los pueblos (Mateo, 2006).
Por lo dicho, el concepto sociedad del conocimiento describe un proceso de creación, acumulación, distribución y depreciación del conocimiento, la mutación de conocimientos en contextos distintos al lugar donde nacieron y se caracteriza por el uso intensivo de tecnologías de información y comunicación para difusión; explotación económica de los conocimientos mediante innovación; y, transmisión de conocimientos mediante educación y formación (Vargas, 2005). Es importante resaltar, que los avances en educación, la innovaciones tecnológicas, la organización social, los flujos comerciales y adopción de las tecnologías de la información, características de nuestra sociedad demandan personas mejor educadas, entrenadas para insertarse en los proceso de producción e investigación, ante todo la UNESCO en el año 2009, acuñó el concepto de sociedad del conocimiento, caracterizado por cuatro principios clave, lo que señala la libertad de expresión, la educación de calidad para todos, el acceso universal a la información y, conocimiento y respeto de la diversidad cultural y lingüística.
Igualmente, la UNESCO pone de relieve el concepto de sociedad del conocimiento, porque destaca una dimensión humana en la sociedad de la información y una  vocación pluralista que se preocupa por los derechos de los individuos y de los pueblos (según, Olivé, 2005); lo cual es  posible el destino de las sociedades del siglo XXI, profundamente transformadas por el auge de las tecnologías de la información y la comunicación, será el de convertirse en sociedades del conocimiento porque serán sociedades en las que éste se comparta, también la toma de conciencia de la riqueza de los conocimientos de que dispone una sociedad exige una movilización de todos sus protagonistas; esa concienciación no debe limitarse a identificar lo que hoy en día se ha convenido en llamar “conocimientos autóctonos” o “tradicionales”, con vistas a su valorización o preservación específica; de tal modo,  las sociedades del conocimiento solamente serán acreedoras de su nombre cuando el mayor número posible de individuos puedan convertirse en productores de conocimientos y no se limiten a ser meros consumidores de los que ya están disponibles actualmente.
Actualmente, vivimos en una época de cambios, que nos llevan cada día a mas transformaciones en la sociedad, de la inteligencia artificial y de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación , se trata de una nueva etapa de la sociedad industrial o estamos entrando en una nueva era, cualquier término que usemos, en el fondo, es un atajo que nos permite hacer referencia a un fenómeno actual o futuro, sin tener que describirlo cada vez; es importante resaltar que la noción de sociedad del conocimiento, surgió hacia finales de los años 90 y es empleada particularmente en medios académicos, como alternativa de algunos a “sociedad de la información”, no obstante, la UNESCO, en particular, ha adoptado el término “sociedad del conocimiento”, o su variante “sociedades del saber”, dentro de sus políticas institucionales, asimismo, ha desarrollado una reflexión en torno al tema, que busca incorporar una concepción más integral, no en relación únicamente con la dimensión económica, ya que expresa mejor la complejidad y el dinamismo de los cambios que se están dando, por lo tanto la característica distintiva de esta sociedad es que los conocimientos teóricos y servicios basados en el conocimiento se han convertido en componentes principales de cualquier actividad económica, es por ello, que la primera definición de la sociedad del conocimiento fue propuesta por Peter Drucker y Daniel Bell en la década de 1970 corresponde con la noción de Sociedad de la Información; aunque es innegable que la difusión mundial de información y la comunicación (TIC) ha creado nuevas condiciones para el surgimiento de las sociedades del conocimiento, la noción de sociedad del conocimiento no puede reducirse al concepto de Sociedad de la Información.
Si bien, se puede decir que la aparición de la sociedad del conocimiento depende de la Sociedad de la Información para su infraestructura, son las sociedades del conocimiento acerca de las capacidades para producir, procesar y difundir el conocimiento para el desarrollo, a este respecto, el sub-director general de la UNESCO para la Comunicación y la Información Abdul Waheed Khan dice  "Sociedad de la Información es la piedra angular de las sociedades del conocimiento”, se pueden entender como las sociedades donde el conocimiento es el principal recurso de producción y la producción primaria de recursos para crear riqueza, la prosperidad y el bienestar de la gente, donde deben formarse individuos adaptables y críticos frente a las propuestas de un mundo diferente, capaces de comprender y organizar la complejidad de la información, que integren en su cultura los nuevos conocimientos pero también el impacto ético, social y ambiental que estos producen.


Subprograma: Maestría en Gerencia Educacional.
Cátedra: Sistema Educativo Venezolano.
Facilitador: Prof. José Camejo
Estudiante: Colinas Claudia
 

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Sociedad del Conocimiento


Ensayo: La Sociedad del Conocimiento

La noción de sociedad del conocimiento, surgió hacia finales de los años 90 y es empleada particularmente en medios académicos, como alternativa de algunos autores para sociedad de la información, en particular, la  UNESCO, ha adoptado el término sociedad del conocimiento, o su variante sociedades del saber, dentro de sus políticas institucionales, también ha desarrollado una reflexión en torno al tema, que busca incorporar una concepción más integral, no en relación únicamente con la dimensión económica. Las innovaciones tecnológicas han proporcionado a la humanidad canales nuevos de comunicación e inmensas fuentes de información que difunden modelos de comportamiento social, actitudes, valores, formas de organización, etc. Hemos pasado de una situación donde la información era un bien escaso a otra en donde la información es tremendamente abundante, incluso excesiva, vivimos inmersos en la llamada sociedad de la información, ante el nuevo orden informático se ha convertido en motor del cambio social, economía y la cultura se han globalizado, a partir de entonces, la sociedad que emerge de la era digital el conocimiento y la información adquieren un valor creciente, también los trabajadores del conocimiento empiezan a dominar el mercado laboral, y los incrementos de productividad de las organizaciones se basan en la mejora del saber, en la innovación permanente del conocimiento aplicado utilizando tecnologías, cada vez más potentes, así, el capital intelectual se convierte en el nuevo activo para la riqueza de las organizaciones y la gestión de ese conocimiento en una de sus actividades fundamentales, sin embargo no todos participan de los avances económicos y culturales, ante el acceso a las tecnologías y a la información está creando una brecha digital entre quienes pueden acceder y quienes quedan excluidos. El “Libro blanco sobre la educación y formación” (Comisión Europea, 1995) afirma que la sociedad del futuro será una sociedad del conocimiento y que, en dicha sociedad, la educación y formación serán, más que nunca, los principales vectores de identificación, pertenencia y promoción social, a través de la educación y la formación, adquiridas en el sistema educativo institucional, en la empresa, o de una manera más informal, los individuos serán dueños de su destino y garantizará su desarrollo, incluso la cultura de los pueblos determinará su nivel económico y así partiendo de esta realidad, la Comisión Europea ha elaborado una Estrategia de Empleo que parte de una concepción de la economía basada en el conocimiento, entre las líneas fundamentales de actuación pretenden digitalizar Europa y desarrollar tecnologías de futuro, en cuanto a las principales actuaciones de eLearning  son: equipamiento de banda ancha en las escuelas, creación de la red de investigación GEANT (mejora del proceso de aprendizaje, difusión de materiales curriculares, acceso a recursos y servicios, identificación de nuevos materiales), implantación de las escuelas del futuro mediante la red de escuelas europeas y la difusión de recursos multimedia entre profesores y otros proyectos específicos para las universidades como el Metacampus o el proyecto Ariadne, el presente proyecto eEuropa tiene como principales elementos: Internet para investigadores y estudiantes, empleo en la sociedad del conocimiento, alfabetización digital (capacitar, mediante estos recursos, para el trabajo cooperativo, multidisciplinar, comunicación intercultural, resolución de problemas) , correo electrónico y contenidos europeos de redes globales, con lo relacionado a la sociedad del conocimiento y la educación, es un impacto de las nuevas tecnologías y las exigencias de la nueva sociedad se están dejando sentir de manera creciente en el mundo de la educación, ya que está pasando de ser un servicio secundario a constituirse en la fuerza directiva del desarrollo económico y social, de igual manera la sociedad del conocimiento necesita nuevos  trabajadores y ciudadanos, y que estos han de ser autónomos, emprendedores, trabajadores creativos, ciudadanos solidarios y socialmente activos, ya que se impone un cambio radical en el mundo de la educación y formación dado que se exige un mayor papel de los estudiantes individuales, en cuanto al mercado laboral necesita cada vez más trabajadores flexibles y autónomos, lo cual  está promoviendo el concepto de aprendizaje a lo largo de la vida y la necesidad de integración entre los sistemas educativos y formativos, como se hace necesario el aprendizaje a lo largo de la vida no solo trata de ofrecer más oportunidades de formación sino también de generar una conciencia y motivación para aprender, que quiere de un estudiante que tome parte activa en el aprendizaje, que sepa aprender en multiplicidad de entornos, que sepa personalizar el aprendizaje y que construya en base a las necesidades específicas, sin embargo, la característica a la que se le atribuye actualmente mayor importancia, es al desarrollo de la capacidad  científica y tecnológica que posibilita un crecimiento de la producción de bienes materiales nunca antes alcanzado, como ya hemos visto en la primera parte de este estudio. Las tecnologías, nuevas y viejas, han logrado como consecuencia de las llamadas primera y segunda revoluciones industriales, que el trabajo humano dedicado a la producción de bienes materiales este siendo desplazado y sustituido por máquinas y diversos dispositivos automáticos con un gran incremento de la productividad, ahora seria técnicamente posible producir racionalmente alimentos, alojamientos, ropas, medios de transportes y de comunicaciones, necesarios no solo para asegurar la supervivencia de toda la Humanidad, sino también para liberar al hombre de las penurias diarias y permitirle dedicarse a realizar tareas intelectuales y  espirituales. Educar ya no es empaquetar los contenidos del aprendizaje y ponerlos al alcance de los alumnos sino capacitarles para la experiencia del aprendizaje. Por otro lado hay una tendencia creciente hacia la desinstitucionalización y comercialización de la educación y la identificación del aprendizaje a través de Internet como un área propicia para el desarrollo del mercado está atrayendo nuevos inversores, cada vez más se considera el mercado educación, entretenimiento como un sector prometedor de nuevas iniciativas educativas, dirigidas que  van apareciendo de la mano de museos, biblioteca y otras instituciones no propiamente educativas. Finalmente el mercado se llena de nuevos centros de enseñanza y portales educativos con iniciativas de formación continuada. La educación está adquiriendo un puesto de gran importancia en el desarrollo y consolidación de la nueva sociedad. 
Lcda. Gruverli Mena C.I: 19188852-

LOS 7 SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO DE ÉDGAR MORÍN


                    LOS 7 SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO

La educación en la actualidad presenta grandes barreras para avanzar. Una de ellas es la resistencia de los actores principales como los docentes al cambio, otra es la falta de políticas educativas eficientes que incorporen herramientas adaptadas a las realidades cognoscitivas y tecnológicas de nuestros días. Y por más esfuerzos que realice una minoría de personas interesadas y motivadas al cambio es necesario la integración de todos para que prosperen de verdad esos cambios positivos para la educación.
De igual manera, la educación del futuro debe considerar saberes que normalmente son ignorados en los planes de estudios de hoy, por eso se debe contar con actualizaciones necesarias en las propuestas curriculares que se realizan para los tiempos venideros.
Es aquí donde entra en consideración lo expuesto por Edgar Morín en su libro los 7 Saberes Necesarios para la Educación del Futuro, dicho autor da a entender que debemos abrirnos a nuevas ideas, a nuevos pensamientos y a nuevas estrategias para impartir el conocimiento, en conjunto; y no aferrarnos a creer ciegamente en las ideas ya aceptadas y comprobadas desde años anteriores.
En el primer saber  (Las cegueras del Conocimiento: el Error y la Ilusión), expresa el autor que “la realidad y su conocimiento sufren una reconstrucción continua a medida que nuestras ideas evolucionan”, es por eso no podemos quedarnos por lo dicho y estudiados por otros hace ya varios años, la realidad en conjunto con las ideas de las personas van cambiando cada día, lo que induce a que la educación vaya adaptándose a estos cambios replanteando cada día la labor docente, la gestión de la educación y los procesos de enseñanza-aprendizaje.
En su libro Introducción al Pensamiento complejo, Morín nos dice: “No olvides que la realidad es cambiante, no olvides que lo nuevo puede surgir y, de todos modos, va a surgir”, esto enlaza con lo expuesto anteriormente de la realidad cambiante, y confirma que por más resistencia al cambio de las personas enfrascadas a lo tradicional tendrán que ceder un poco su forma de pensar y trabajar o permitir que la generación de relevo tome las riendas de los nuevos estudiantes, los cuales ya están siempre un paso por delante en la era tecnológica por su interacción constante, sea por diversión o por el movimiento social que obliga día a día al uso de teléfonos de avanzada y el uso constante del Internet. Este simple hecho prepara inconscientemente a esta “Generación Z”, así llamada por Herald Sun (2008), a la adaptación a estas nuevas estrategias y herramientas necesarias para involucrarse con la educación escolar y social de estos tiempos.
En el segundo saber (Los Principio del conocimiento Pertinente), resalta la misión que tenemos en lograr desarrollar la inteligencia general para resolver problemas usando el conocimiento de una manera multidimensional tomando en cuenta la complejidad. Morín en el Pensamiento complejo hace conocer que este tipo de pensamiento no resuelve en si mismo los problemas pero constituye una ayuda para las estrategias que si lo harán. Lo simple resuelve problemas simples y en la educación no hay nada de simplicidad, sobre todo en Venezuela que tras décadas de cambios y adaptaciones de currículos e ideologías importadas todavía hay un vacío en lograr verdaderas políticas que sustenten una educación adaptada a nuestras necesidades, a las nuevas tecnologías y a los cambios sociales a los cuales las nuevas generaciones deben estar preparados.
En relación a esto, el científico Albert Einstein propuso “la Teoría de la Crisis” donde dice:
"No pretendamos que las cosas cambien si seguimos haciendo lo mismo... La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar "superado".
Es necesario enfrentar las penurias de los momentos malos para lograr el florecimiento de ideas a esos desafíos, lo complejo es lo que ayuda a nuestro cerebro a trabajar al 100%, lo sencillo nos ocasiona pereza para salir de esos problemas y conseguir verdaderas soluciones. Según Einstein, “sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía, sin crisis no hay meritos”. Esos meritos deben ser vistos como el aporte que cada uno hace a la sociedad, a la comunidad, a la educación, por más ínfimo que sea es lo que nos impulsa a seguir adelante y conseguir poco a poco cambios más grandes, no se deben confundir esos meritos con títulos obtenidos solo para colgarlos en la pared, para el aumento de sueldo o para elevar “el estatus” dentro de una organización.
Para el tercer saber (Enseñar la Condición Humana) existe la unidad humana la diversidad humana al mismo tiempo, nuestra identidad individual asociada a nuestra identidad como especie y la identidad social conforman un trinomio propio de la realidad humana. Debemos entender que nuestro destino tiene la apariencia del destino de la especie humana, del desino individual y el social complejos e inseparables, donde se concibe que tenemos un destino y una condición común como ciudadanos de la tierra. Esta aclaraciones nos hacen saber que cualquier acción que apliquemos para resolver un problema o la toma de decisión para solventar una necesidad individual se verá reflejado en otros individuos y por más que intentemos no alterar la vida de los otros ciudadanos es imposible el no hacerlo, ya que somos parte de este todo y aunque nuestra acción sea positiva o negativa será necesariamente reflejada en otros.
Asimismo, en el libro del Pensamiento complejo, Morín nos hace saber que la vida social exige que nos comportemos como maquinas triviales (cuando conocemos todas sus entradas conocemos todas sus salidas), esto habla de comportamientos predecibles, pero el ser humano por naturaleza propia es no trivial, si no consigue la solución de una manera busca otra hasta alcanzarla o fracasar en el intento. Aunque, muchos países optan por políticas triviales donde obtengan respuestas conocidas o manejables por sus ciudadanos siempre sale a la luz que el comportamiento humano individual y en conjunto no puede ser restringido.
La identidad Terrenal es el cuarto saber, formula que debemos enseñar sobre la crisis que actualmente enfrentamos alrededor de todo el mundo, producto de las acciones tomadas por las sociedades en los últimos siglos. Como de ahora en adelante todos poseemos los mismos problemas de vida o muerte y compartimos un destino común las sociedades por más remotas que estén, nos corresponde trabajar para un mismo fin con estrategias y acciones diferentes que contribuyan a no empeorar lo que ya está en deterioro. Aunque como se dice en el libro de Pensamiento Complejo “la acción es estrategia”. La palabra estrategia no designa a un programa predeterminado que baste para aplicar en el tiempo. La estrategia permite, a partir de una decisión inicial, imaginar un cierto número de escenarios para la acción, escenarios que podrán ser modificados según las informaciones que nos lleguen en el curso de la acción y según los elementos diversos que surgirán y alterarán la acción.
El quinto saber llamado “Enfrentar las incertidumbres”, trata del deber que tenemos en desarrollar un pensamiento que reconozca y enfrente la inseguridad de nuestro tiempo, que enseñe principios de estrategias que nos permitan desafiar todos los conflictos y problemas que se nos presentan a diario en diferentes entornos, asimismo, modificar este perfeccionamiento en virtud de las informaciones en el camino. Las ciencias nos han revelado muchas certezas, pero también nos han dado muchas incertidumbres, pero no se puede escapar de ellas y vivir alejado de las ciencias.
La educación del futuro debe estar encaminada a enseñar a comprender, a tolera y a valorar todo aquello que nos rodea, esos son los principios básicos del sexto saber “Enseñar la Comprensión”. En ocasiones nos sentimos el centro del universo, el que todo lo sabe y lo que no conocemos o nos parece extraño es mentira, secundario o atenta contra nuestra forma de pensar, es ahí donde cometemos el grave error de no aceptar que desconocemos algunas cosas y que no tenemos las respuestas para todo, llegamos a convertirnos en simplistas evocando el “Pensamiento complejo”, perdemos la comunicación y hasta la ética por el simple hecho de defender algo que sabemos que está mal, es de ahí la importancia que tiene reflejar este entendimiento de la comprensión para que las próximas generaciones no cometan otros tropieces.
Por último, tenemos “La Ética del Género Humano”, donde se orienta a la educación a contribuir en la toma de conciencia del cuidado de nuestro planeta y nuestra comunidad. Está conciencia se debe concebir en la voluntad de producir verdaderos cambios en la manera de pensar y actuar. La ética no se enseña con clases de moral y valores solamente hay que hacer pensar a cada persona que es humano, un individuo, pero que forma parte de una comunidad o sociedad y que en estos días llenos de complejidad debe existir un verdadero compromiso con la solidaridad.
FLORICELDA ARMADA

lunes, 26 de noviembre de 2012

“EDGAR MORÍN”


Los Siete Saberes Necesarios Para La Educación Del Futuro. 

     El libro de los siete saberes, es una muestra de que hay situaciones cotidianas que muchas veces nos parecen insignificantes o poco importantes, y simplemente las dejamos pasar, Morín nos muestra una perspectiva amplia de lo que la educación necesita, ya que estamos encaminados hacia un futuro tecnológico y cambiante que es imposible detener. Considero que la propuesta de Morín nos indica la dirección de nuestras acciones y reacciones, para que fijemos nuestra atención sobre esos detalles que por su simplicidad y cotidianidad, pasan desapercibidos ante los ojos de los educadores.

En el primer capitulo, titulado “La ceguera del conocimiento: el error y la ilusión” nos introduce al análisis crítico del concepto educación. El sostiene que no es posible que la educación que es la que tiende a comunicar los conocimientos, permanezca ciega ante el conocimiento humano, sus disposiciones, sus imperfecciones, sus dificultades, sus tendencias tanto al error, como a la ilusión y, ésta la educación no se preocupe en absoluto por hacer conocer lo que es conocer. Continúa señalando que el conocimiento no se puede considerar como una herramienta “hecha” que se puede utilizar sin examinar su naturaleza. Por ello concluye, que el conocimiento del conocimiento debe aparecer como una necesidad primera, que sirva de preparación para enfrentar riesgos permanentes de error e ilusión que no dejan de rondar la mente humana.

En el capítulo segundo, Morín habla de los principios de un conocimiento pertinente. Existe un problema capital, aun desconocido que está referido a la necesidad de promover un conocimiento capaz de abordar los problemas globales y fundamentales, para inscribirlos en ellos, los conocimientos parciales y locales. La supremacía de un conocimiento fragmentado según las disciplinas, impide a menudo, operar el vínculo entre las partes y las totalidades y debe dar paso a un modo de conocimiento capaz de aprehender los objetos en sus contextos, sus complejidades, sus conjuntos. El concluye este capítulo, señalando que es necesario desarrollar la aptitud natural de la inteligencia humana para ubicar todas sus informaciones en un contexto y en un conjunto. Es necesario enseñar los métodos que permiten aprehender las relaciones mutuas y las influencias recíprocas entre las partes y el todo y el todo en un mundo complejo.

El capítulo tercero, se refiere a la enseñanza de la condición humana. Morín dice, “el ser humano es a la vez físico, psíquico, biológico, cultural, social, histórico”. Es ésta unidad compleja de la naturaleza humana la que está completamente desintegrada en la educación a través de las disciplinas y que imposibilita aprender lo que significa ser humano. Para Morín lo que hay que hacer es, restaurarla de tal manera que uno donde este, tome conocimiento y conciencia al mismo tiempo de su identidad compleja y de su identidad común a todos los demás humanos. Así la condición humana debería ser objeto esencial de cualquier educación; Finaliza el capitulo señalando que el reto es, cómo a partir de las disciplinas actuales es posible reconocer la unidad y la complejidad humana, reuniendo y organizando conocimientos dispersos en las ciencias de la naturaleza, en las ciencias humanas, la literatura y la filosofía y mostrar la unidad indisoluble entre la diversidad y la unidad de todo lo que es humano.

El capítulo cuarto de la obra de Morín se refiere a la enseñanza de la identidad terrenal, sostiene que en lo sucesivo el destino planetario del género humano será otra realidad fundamental que hoy es ignorada por la educación. Dice “El conocimiento del desarrollo de la era planetaria que van ha incrementarse en el siglo XXI y el reconocimiento de la identidad terrenal que será cada vez más indispensable para cada uno y para todos deben convertirse en uno de los mayores objetivos de la educación”. La era planetaria que comienza con la comunicación de todos los continentes en el siglo XVI, cada vez hace más inter relacionadas todas las partes del mundo. Sin embargo estas inter relaciones no han superado las opresiones y dominaciones que aún solazan la humanidad, configurando escenarios distintos, contradictorios y contrapuestos, lo que no implica que todos los humanos, confrontados en estos tiempos, con los mimos problemas de vida y muerte, lo que nos debería llevar a visualizar que vivimos una misma comunidad de destino.

En el capítulo quinto hace referencia a la necesidad e enfrentar las incertidumbres. Morín dice: “la ciencia nos ha hecho adquirir muchas certezas, pero de la misma manera nos ha revelado - principalmente en el siglo XX - innumerables campos de incertidumbre”. El sostiene que la educación debería comprender la enseñanza de las incertidumbres que han aparecido en las ciencias físicas (microfísicas, termodinámica, cosmología), en las ciencias de la evolución biológica y en las ciencias históricas. Se tendrán que enseñar principios de estrategia que permitan enfrentar los riesgos, lo inesperado y lo incierto y modificar su desarrollo en virtud de las informaciones adquiridas en el camino. Un examen de los grandes acontecimientos y accidentes de se han suscitado en la historia de la humanidad casi todos ellos inesperados, así como el reconociendo de que cada vez es mayor el abandono de los conceptos deterministas de la historia humana, que creía poder predecir nuestro futuro, nos deben llevar a preparar nuestras mentes para esperar lo inesperado y para poder afrontarlo. Morín concluye señalando: “Es imperativo que todos aquellos que tiene la carga de la educación estén a la vanguardia con la incertidumbre de nuestros tiempos”.

El capítulo sexto Morín relata la enseñanza de la compresión, parte por sostener que la compresión es al mismo tiempo medio y fin de la comunicación humana y que lamentablemente la educación para la compresión esta ausente de la enseñanza. El dice: “El planeta necesita comprensiones mutuas en todo sentido. La comprensión mutua entre humanos, tanto próximos, como extraños es en adelante vital para que las relaciones humanas salgan de su estado bárbaro de incomprensión”. De igual forma sostiene,  que las interdependencias se hayan multiplicado la comunicación, el planeta está cruzado por redes, faxes, teléfonos, celulares, módems, internet y otros. Sin embargo la incomprensión sigue siendo general. Educar para comprender las matemáticas o cualquier otra disciplina es una cosa, educar para la comprensión humana es otra cosa; ahí se encuentra justamente la misión espiritual de la educación: enseñar para la compresión entre las personas, como condición y garantía de la solidaridad intelectual y moral de la humanidad. Morín finaliza este capitulo diciendo que la compresión humana sobrepasa la explicación, comprender incluye necesariamente un proceso de empatía, de identificación y de proyección.

En el último capítulo, que es el séptimo hizo referencia a la ética del género humano. Morín nos dice que la educación debe conducirnos a una antro ética considerando el carácter ternario de la condición humana, que implica ser  individuo/sociedad/especie. En este sentido continúa señalando que la ética individuo/especie, necesita un control mutuo de la sociedad por el individuo y del individuo por la sociedad, es decir la democracia. La ética no se podrá enseñar con lecciones de moral, ella debe formarse en las mentes a partir de la conciencia que el ser humano es al mimo tiempo individuo, parte de una sociedad, parte de una especie. Llevamos en cada uno de nosotros esta triple realidad. De igual manera todo desarrollo verdaderamente humano debe comprender el desarrollo conjunto de las autonomías individuales, de las participaciones comunitarias y la conciencia de pertenecer a la especie humana.

En conclusión, todo el texto de “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro” es una muestra del discurso filosófico-poético de uno de los pensadores más sutiles de la actualidad, aunque su propuesta teórica no es un esquema concebido como receta mágica, sino una “flecha” que aspira a entrar hasta la última de nuestras células para que reaccionemos y fijemos nuestra atención sobre esos detalles que por su simplicidad y cotidianidad pasan desapercibidos ante los ojos de los investigadores, donde se   optimice la formación humana…
                                                  PROFESORAS: GONZALEZ NAYBELIS. Ci. 17.549.843.
                                                                                GONZALEZ NAYROBYS. Ci: 18.226.519.