viernes, 7 de diciembre de 2012
miércoles, 5 de diciembre de 2012
LOS SIETES SABERES NECESARIOS
PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO
Autora: Prof. Glenys Aro
LOS SIETES SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO
El texto “Los siete saberes necesarios para la
educación del futuro”, de Eduardo Morín, puede considerarse una respuesta a las
barreras que presenta la educación para avanzar. Una de ellas es la resistencia
de los actores principales como los docentes al cambio, otra es la falta de
políticas educativas eficientes que incorporen herramientas adaptadas a las
realidades cognoscitivas y tecnológicas de nuestros días, entre otras. Además
de ser una muestra del discurso filosófico-poético de uno de los pensadores más
agudos de la actualidad donde expresa sus ideas sobre la esencia misma de la
educación del futuro, dentro de su visión de pensamiento complejo con la
intensión de suscitar un debate que contribuya a ayudar a los educadores y
dirigentes a dilucidar su propio pensamiento acerca de cómo orientar la
educación hacia un desarrollo sostenible. Para Morín el asunto está en siete
saberes fundamentales que el hombre ha conocido y descuidado y que requiere
retomar para alcanzar promover valores y principios en educación que hagan
posible optimizar la formación humana ante los retos del siglo XXI.
Su propuesta no es un
esquema ideado como receta mágica, sino una flecha que aspira entrar hasta la
última de nuestras células para que reaccionemos y fijemos nuestra atención
sobre esos detalles que por su simplicidad y cotidianidad pasan desapercibidos
ante los ojos de los investigadores.
De forma esquemática
se presenta un resumen de la esencia de los siete planteamientos fundamentales de
Edgar Morín respecto de la educación de futuro, ellos son:
Ø
Las cegueras del conocimiento: el
error y la ilusión
En el primer saber,
Morín expone que todo conocimiento conlleva el riesgo del error y de la
ilusión. El mayor error sería subestimar el problema del error y la mayor
ilusión sería subestimar el problema de la ilusión, en este enfoque, señala que
se torna necesario introducir y desarrollar en la educación el estudio de las
características cerebrales, mentales y culturales del conocimiento humano, de
sus procesos y modalidades, de las disposiciones tanto síquicas como culturales
que permitan arriesgar el error y la ilusión.
Ø
Los principios de un conocimiento
pertinente
Señala que el papel
del conocimiento es apreciar el entorno y sus relaciones de forma integral y
global, en el que el ser humano sea no sólo capaz de identificar los objetos,
sino aprehender de ellos y de su lugar en el marco de la naturaleza. Morín
motiva a los educadores a desarrollar la aptitud natural de la inteligencia
humana, la cual no es otra que la ubicación de las informaciones en un sistema
de interrelaciones que le dé sentido de pertenencia con el todo, pero que a la
vez devele la profundidad y razón de ser de las partes.
En este contexto,
Morín argumenta que el predominio de un conocimiento fragmentado según las
disciplinas impide a menudo operar el vínculo entre las partes y las totalidades
y debe dar paso a un modo de conocimiento capaz de aprehender los objetos en
sus contextos, sus complejidades, sus conjuntos. Es necesario enseñar los
métodos que permiten aprehender las relaciones mutuas y las influencias
recíprocas entre las partes y el todo en un mundo complejo.
Ø
Enseñar la condición humana
Resalta la misión que
tenemos en lograr desarrollar la inteligencia general para resolver problemas
usando el conocimiento de una manera multidimensional tomando en cuenta la
complejidad. Es una reflexión acerca de lo que es el hombre en su total
dimensión, de el ser humano es a la vez
físico, biológico, psíquico, cultural, social e histórico, en tal sentido,
expresa Morín, indicando que en toda esa composición del hombre está dispersa
la educación a través de las disciplinas, impidiendo una verdadera unidad que
permita reunir y organizar los conocimientos dispersos en las ciencias de la
naturaleza, las ciencias humanas, la literatura, la filosofía, entre otras.
Morín hace énfasis en este saber, y al cual nos suscribimos totalmente, es que
la unión entre la unidad y la diversidad de todo, es lo que se traduce en la
condición humana. Propone que es posible reconocer la unidad y la complejidad
humanas reuniendo y organizando conocimientos dispersos en las ciencias y
mostrar la unión indisoluble entre la unidad y la diversidad de todo lo que es
humano, ya que el hombre solo se completa como ser plenamente humano por y en
la cultura. No hay cultura sin cerebro humano
y no hay mente sin cultura.
Ø
Enseñar la identidad terrenal.
Este saber lo enfoca
Morín respondiendo a la necesidad de que el hombre conozca su lugar en el
universo, señala que el ser humano no podrá entender su realidad sólo
comprendiendo su condición humana, sino interpretando, e internalizando la
condición del mundo que hoy se muestra en una era planetaria, cuya fase actual
es la mundialización. A lo largo de la explicación que da acerca de este saber,
Morín hace énfasis en que la mundialización es uno de los problemas de nuestro
tiempo y de la necesidad de un pensamiento policéntrico por parte de la
educación para la identidad y la conciencia terrenal., que tenga la condición
de un universalismo no abstracto, sino consiente de la unidad-diversidad de la
condición humana.
Enfoca temáticas que
deben abordarse como la era planetaria en donde el mundo se vuelve cada vez más un todo, es
necesaria una noción más rica y compleja del desarrollo, que sea no sólo
material, sino también intelectual, afectivo, moral; las armas nucleares y los
nuevos peligros, la dominación desenfrenada de la naturaleza por la técnica conduce
a la humanidad al suicidio, entre otras.
Ø
Afrontar las incertidumbres.
Hace un llamado a la
educación, como sistema, a que se preocupe más por comprender el campo de las
incertidumbres pero desde la óptica de la certeza; es decir, que el educador
asuma la responsabilidad de generar estrategias alternativas ante los
acontecimientos o hechos inesperados, lo que debe ir acompañado con el
liderazgo transformacional para enfrentar con plenitud los cambios.
Ø
Enseñar la comprensión
Este saber genera la
respuesta a la necesidad de que el ser humano aprecie con sus sentidos el
conocimiento y no se quede en superficialidades. El diálogo es una vía para que
el hombre cultive su intelecto y comprenda la heterogeneidad y complejidad de
su mundo. A pesar de la amplitud en el ámbito de la información y la
comunicación, hay debilidad en la comprensión de los mensajes, por ello es
preciso enseñar a comprender.
Ø
La ética del género humano.
Morín aborda este
saber desde la perspectiva que la ética debe formarse en las mentes a partir de
la conciencia de que el humano es individuo- sociedad- especie. La educación
debe no sólo contribuir a una toma de conciencia de nuestra Tierra-Patria, sino
también permitir que esta conciencia se traduzca en voluntad de realizar la
ciudadanía terrenal. Enfoca la relación con el cumplimiento del deber de
enseñar a comprender, la educación debe conducir a un proceso constante de
interacción y comunicación entre el individuo-la sociedad-y la especie.
“Es necesario
aprender a navegar en un océano de incertidumbres a través de archipiélagos de
certeza”. (B. Fontal)Autora: Prof. Glenys Aro
Subprograma: Maestría
en Gerencia Educacional.
Cátedra: Sistema Educativo
Venezolano
Facilitador: Prof.
José Camejo
Estudiante:
Prof. Glenys Aro
LOS SIETES SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO
martes, 4 de diciembre de 2012
LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO (UNESCO)
LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO (UNESCO)
La Sociedad del Conocimiento ocupa un lugar estelar en la discusión actual en las ciencias sociales, se trata de un concepto que aparentemente resume las transformaciones sociales que se están produciendo en la sociedad moderna y sirve para el análisis de estas transformaciones, y al mismo tiempo, ofrece una visión del futuro para guiar normativamente como las acciones políticas que ha tenido una adaptación desigual en las diferentes áreas lingüísticas concurriendo también con otros términos como sociedad de la información, su expresión se refiere a la apropiación de la información para beneficio de las personas que se entiende como la aplicación de la información, filtrada y seleccionada, en actividades concretas, por lo cual el conocimiento es uno de los parámetros que gobierna y condiciona la estructura y composición de la sociedad actual y es, también, mercancía e instrumento determinante del bienestar y progreso de los pueblos (Mateo, 2006).
Por lo dicho, el concepto sociedad del conocimiento describe un proceso de creación, acumulación, distribución y depreciación del conocimiento, la mutación de conocimientos en contextos distintos al lugar donde nacieron y se caracteriza por el uso intensivo de tecnologías de información y comunicación para difusión; explotación económica de los conocimientos mediante innovación; y, transmisión de conocimientos mediante educación y formación (Vargas, 2005). Es importante resaltar, que los avances en educación, la innovaciones tecnológicas, la organización social, los flujos comerciales y adopción de las tecnologías de la información, características de nuestra sociedad demandan personas mejor educadas, entrenadas para insertarse en los proceso de producción e investigación, ante todo la UNESCO en el año 2009, acuñó el concepto de sociedad del conocimiento, caracterizado por cuatro principios clave, lo que señala la libertad de expresión, la educación de calidad para todos, el acceso universal a la información y, conocimiento y respeto de la diversidad cultural y lingüística.
Igualmente, la UNESCO pone de relieve el concepto de sociedad del conocimiento, porque destaca una dimensión humana en la sociedad de la información y una vocación pluralista que se preocupa por los derechos de los individuos y de los pueblos (según, Olivé, 2005); lo cual es posible el destino de las sociedades del siglo XXI, profundamente transformadas por el auge de las tecnologías de la información y la comunicación, será el de convertirse en sociedades del conocimiento porque serán sociedades en las que éste se comparta, también la toma de conciencia de la riqueza de los conocimientos de que dispone una sociedad exige una movilización de todos sus protagonistas; esa concienciación no debe limitarse a identificar lo que hoy en día se ha convenido en llamar “conocimientos autóctonos” o “tradicionales”, con vistas a su valorización o preservación específica; de tal modo, las sociedades del conocimiento solamente serán acreedoras de su nombre cuando el mayor número posible de individuos puedan convertirse en productores de conocimientos y no se limiten a ser meros consumidores de los que ya están disponibles actualmente.
Actualmente, vivimos en una época de cambios, que nos llevan cada día a mas transformaciones en la sociedad, de la inteligencia artificial y de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación , se trata de una nueva etapa de la sociedad industrial o estamos entrando en una nueva era, cualquier término que usemos, en el fondo, es un atajo que nos permite hacer referencia a un fenómeno actual o futuro, sin tener que describirlo cada vez; es importante resaltar que la noción de sociedad del conocimiento, surgió hacia finales de los años 90 y es empleada particularmente en medios académicos, como alternativa de algunos a “sociedad de la información”, no obstante, la UNESCO, en particular, ha adoptado el término “sociedad del conocimiento”, o su variante “sociedades del saber”, dentro de sus políticas institucionales, asimismo, ha desarrollado una reflexión en torno al tema, que busca incorporar una concepción más integral, no en relación únicamente con la dimensión económica, ya que expresa mejor la complejidad y el dinamismo de los cambios que se están dando, por lo tanto la característica distintiva de esta sociedad es que los conocimientos teóricos y servicios basados en el conocimiento se han convertido en componentes principales de cualquier actividad económica, es por ello, que la primera definición de la sociedad del conocimiento fue propuesta por Peter Drucker y Daniel Bell en la década de 1970 corresponde con la noción de Sociedad de la Información; aunque es innegable que la difusión mundial de información y la comunicación (TIC) ha creado nuevas condiciones para el surgimiento de las sociedades del conocimiento, la noción de sociedad del conocimiento no puede reducirse al concepto de Sociedad de la Información.
Si bien, se puede decir que la aparición de la sociedad del conocimiento depende de la Sociedad de la Información para su infraestructura, son las sociedades del conocimiento acerca de las capacidades para producir, procesar y difundir el conocimiento para el desarrollo, a este respecto, el sub-director general de la UNESCO para la Comunicación y la Información Abdul Waheed Khan dice "Sociedad de la Información es la piedra angular de las sociedades del conocimiento”, se pueden entender como las sociedades donde el conocimiento es el principal recurso de producción y la producción primaria de recursos para crear riqueza, la prosperidad y el bienestar de la gente, donde deben formarse individuos adaptables y críticos frente a las propuestas de un mundo diferente, capaces de comprender y organizar la complejidad de la información, que integren en su cultura los nuevos conocimientos pero también el impacto ético, social y ambiental que estos producen.
Subprograma: Maestría en Gerencia Educacional.
Cátedra: Sistema Educativo Venezolano.
Facilitador: Prof. José Camejo
Estudiante: Colinas Claudia
miércoles, 28 de noviembre de 2012
Sociedad del Conocimiento
Ensayo: La Sociedad del
Conocimiento
La noción de sociedad del conocimiento, surgió
hacia finales de los años 90 y es empleada particularmente en medios
académicos, como alternativa de algunos autores para sociedad de la información, en particular, la UNESCO, ha adoptado el término sociedad del conocimiento, o su variante sociedades del saber, dentro de sus políticas institucionales,
también ha desarrollado una reflexión en torno al tema, que busca incorporar
una concepción más integral, no en relación únicamente con la dimensión
económica. Las innovaciones tecnológicas han proporcionado a la humanidad
canales nuevos de comunicación e inmensas fuentes de información que difunden
modelos de comportamiento social, actitudes, valores, formas de organización,
etc. Hemos pasado de una situación donde la información era un bien escaso a
otra en donde la información es tremendamente abundante, incluso excesiva, vivimos
inmersos en la llamada sociedad de la información, ante el nuevo orden
informático se ha convertido en motor del cambio social, economía y la cultura
se han globalizado, a partir de entonces, la sociedad que emerge de la era
digital el conocimiento y la información adquieren un valor creciente, también
los trabajadores del conocimiento empiezan a dominar el mercado laboral, y los
incrementos de productividad de las organizaciones se basan en la mejora del
saber, en la innovación permanente del conocimiento aplicado utilizando tecnologías,
cada vez más potentes, así, el capital intelectual se convierte en el nuevo
activo para la riqueza de las organizaciones y la gestión de ese conocimiento
en una de sus actividades fundamentales, sin embargo no todos participan de los
avances económicos y culturales, ante el acceso a las tecnologías y a la
información está creando una brecha
digital entre quienes pueden acceder y quienes quedan excluidos. El “Libro blanco sobre la educación y
formación” (Comisión Europea, 1995) afirma que la sociedad del futuro será una
sociedad del conocimiento y que, en dicha sociedad, la educación y formación
serán, más que nunca, los principales vectores de identificación, pertenencia y
promoción social, a través de la educación y la formación, adquiridas en el
sistema educativo institucional, en la empresa, o de una manera más informal,
los individuos serán dueños de su destino y garantizará su desarrollo, incluso
la cultura de los pueblos determinará su nivel económico y así partiendo de
esta realidad, la Comisión Europea ha elaborado una Estrategia de Empleo que
parte de una concepción de la economía basada en el conocimiento, entre las
líneas fundamentales de actuación pretenden digitalizar Europa y desarrollar
tecnologías de futuro, en cuanto a las principales actuaciones de eLearning
son: equipamiento de banda ancha en las escuelas, creación de la red de
investigación GEANT (mejora del proceso de aprendizaje, difusión de materiales
curriculares, acceso a recursos y servicios, identificación de nuevos
materiales), implantación de las escuelas del futuro mediante la red de
escuelas europeas y la difusión de recursos multimedia entre profesores y otros
proyectos específicos para las universidades como el Metacampus o el proyecto
Ariadne, el presente proyecto eEuropa tiene como principales elementos:
Internet para investigadores y estudiantes, empleo en la sociedad del
conocimiento, alfabetización digital (capacitar, mediante estos recursos, para
el trabajo cooperativo, multidisciplinar, comunicación intercultural,
resolución de problemas) , correo electrónico y contenidos europeos de redes
globales, con lo relacionado a la sociedad del conocimiento y la educación,
es un impacto de las nuevas tecnologías y las exigencias de la nueva sociedad
se están dejando sentir de manera creciente en el mundo de la educación, ya que
está pasando de ser un servicio secundario a constituirse en la fuerza
directiva del desarrollo económico y social, de igual manera la sociedad del
conocimiento necesita nuevos trabajadores y ciudadanos, y que estos han
de ser autónomos, emprendedores, trabajadores creativos, ciudadanos solidarios
y socialmente activos, ya que se impone un cambio radical en el mundo de la
educación y formación dado que se exige un mayor papel de los estudiantes individuales,
en cuanto al mercado laboral necesita cada vez más trabajadores flexibles y
autónomos, lo cual está promoviendo el concepto de aprendizaje a lo largo
de la vida y la necesidad de integración entre los sistemas educativos y
formativos, como se hace necesario el aprendizaje a lo largo de la vida no solo
trata de ofrecer más oportunidades de formación sino también de generar una
conciencia y motivación para aprender, que quiere de un estudiante que tome
parte activa en el aprendizaje, que sepa aprender en multiplicidad de entornos,
que sepa personalizar el aprendizaje y que construya en base a las necesidades
específicas, sin embargo, la característica a la que
se le atribuye actualmente mayor importancia, es al desarrollo de la capacidad científica y tecnológica que posibilita un
crecimiento de la producción de bienes materiales nunca antes alcanzado, como
ya hemos visto en la primera parte de este estudio. Las tecnologías, nuevas y
viejas, han logrado como consecuencia de las llamadas primera y segunda
revoluciones industriales, que el trabajo humano dedicado a la producción de bienes materiales este siendo desplazado y sustituido por máquinas y diversos
dispositivos automáticos con un gran incremento de la productividad, ahora
seria técnicamente posible producir racionalmente alimentos, alojamientos,
ropas, medios de transportes y de comunicaciones, necesarios no solo para
asegurar la supervivencia de toda la Humanidad, sino también para liberar al
hombre de las penurias diarias y permitirle dedicarse a realizar tareas
intelectuales y espirituales. Educar ya
no es empaquetar los contenidos del aprendizaje y ponerlos al alcance de los
alumnos sino capacitarles para la experiencia del aprendizaje. Por otro lado
hay una tendencia creciente hacia la desinstitucionalización y comercialización
de la educación y la identificación del aprendizaje a través de Internet como
un área propicia para el desarrollo del mercado está atrayendo nuevos inversores,
cada vez más se considera el mercado educación, entretenimiento como un sector
prometedor de nuevas iniciativas educativas, dirigidas que van apareciendo de la mano de museos,
biblioteca y otras instituciones no propiamente educativas. Finalmente el
mercado se llena de nuevos centros de enseñanza y portales educativos con
iniciativas de formación continuada. La educación está adquiriendo un puesto de
gran importancia en el desarrollo y consolidación de la nueva sociedad.
LOS 7 SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO DE ÉDGAR MORÍN
LOS 7 SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO
La educación en la actualidad presenta grandes
barreras para avanzar. Una de ellas es la resistencia de los actores
principales como los docentes al cambio, otra es la falta de políticas
educativas eficientes que incorporen herramientas adaptadas a las realidades
cognoscitivas y tecnológicas de nuestros días. Y por más esfuerzos que realice
una minoría de personas interesadas y motivadas al cambio es necesario la
integración de todos para que prosperen de verdad esos cambios positivos para
la educación.
De igual manera, la educación del futuro debe
considerar saberes que normalmente son ignorados en los planes de estudios de
hoy, por eso se debe contar con actualizaciones necesarias en las propuestas
curriculares que se realizan para los tiempos venideros.
Es aquí donde entra en consideración lo expuesto
por Edgar Morín en su libro los 7 Saberes Necesarios para la Educación del
Futuro, dicho autor da a entender que debemos abrirnos a nuevas ideas, a nuevos
pensamientos y a nuevas estrategias para impartir el conocimiento, en conjunto;
y no aferrarnos a creer ciegamente en las ideas ya aceptadas y comprobadas
desde años anteriores.
En el primer saber
(Las cegueras del Conocimiento: el Error y la Ilusión), expresa el autor
que “la realidad y su conocimiento sufren una reconstrucción continua a medida
que nuestras ideas evolucionan”, es por eso no podemos quedarnos por lo dicho y
estudiados por otros hace ya varios años, la realidad en conjunto con las ideas
de las personas van cambiando cada día, lo que induce a que la educación vaya
adaptándose a estos cambios replanteando cada día la labor docente, la gestión
de la educación y los procesos de enseñanza-aprendizaje.
En su libro Introducción al Pensamiento complejo,
Morín nos dice: “No olvides que la realidad es cambiante, no olvides que lo
nuevo puede surgir y, de todos modos, va a surgir”, esto enlaza con lo expuesto
anteriormente de la realidad cambiante, y confirma que por más resistencia al
cambio de las personas enfrascadas a lo tradicional tendrán que ceder un poco
su forma de pensar y trabajar o permitir que la generación de relevo tome las
riendas de los nuevos estudiantes, los cuales ya están siempre un paso por
delante en la era tecnológica por su interacción constante, sea por diversión o
por el movimiento social que obliga día a día al uso de teléfonos de avanzada y
el uso constante del Internet. Este simple hecho prepara inconscientemente a
esta “Generación Z”, así llamada por Herald Sun (2008), a la adaptación a estas
nuevas estrategias y herramientas necesarias para involucrarse con la educación
escolar y social de estos tiempos.
En el segundo saber (Los Principio del conocimiento
Pertinente), resalta la misión que tenemos en lograr desarrollar la
inteligencia general para resolver problemas usando el conocimiento de una
manera multidimensional tomando en cuenta la complejidad. Morín en el
Pensamiento complejo hace conocer que este tipo de pensamiento no resuelve en
si mismo los problemas pero constituye una ayuda para las estrategias que si lo
harán. Lo simple resuelve problemas simples y en la educación no hay nada de
simplicidad, sobre todo en Venezuela que tras décadas de cambios y adaptaciones
de currículos e ideologías importadas todavía hay un vacío en lograr verdaderas
políticas que sustenten una educación adaptada a nuestras necesidades, a las
nuevas tecnologías y a los cambios sociales a los cuales las nuevas
generaciones deben estar preparados.
En relación a esto, el científico Albert Einstein
propuso “la Teoría de la Crisis” donde dice:
"No pretendamos que las cosas cambien si
seguimos haciendo lo mismo... La crisis es la mejor bendición que puede
sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos. La creatividad
nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis
que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes
estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar
"superado".
Es necesario enfrentar las penurias de los momentos
malos para lograr el florecimiento de ideas a esos desafíos, lo complejo es lo
que ayuda a nuestro cerebro a trabajar al 100%, lo sencillo nos ocasiona pereza
para salir de esos problemas y conseguir verdaderas soluciones. Según Einstein,
“sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía,
sin crisis no hay meritos”. Esos meritos deben ser vistos como el aporte que
cada uno hace a la sociedad, a la comunidad, a la educación, por más ínfimo que
sea es lo que nos impulsa a seguir adelante y conseguir poco a poco cambios más
grandes, no se deben confundir esos meritos con títulos obtenidos solo para
colgarlos en la pared, para el aumento de sueldo o para elevar “el estatus”
dentro de una organización.
Para el tercer saber (Enseñar la Condición Humana)
existe la unidad humana la diversidad humana al mismo tiempo, nuestra identidad
individual asociada a nuestra identidad como especie y la identidad social
conforman un trinomio propio de la realidad humana. Debemos entender que
nuestro destino tiene la apariencia del destino de la especie humana, del
desino individual y el social complejos e inseparables, donde se concibe que
tenemos un destino y una condición común como ciudadanos de la tierra. Esta
aclaraciones nos hacen saber que cualquier acción que apliquemos para resolver
un problema o la toma de decisión para solventar una necesidad individual se
verá reflejado en otros individuos y por más que intentemos no alterar la vida
de los otros ciudadanos es imposible el no hacerlo, ya que somos parte de este
todo y aunque nuestra acción sea positiva o negativa será necesariamente
reflejada en otros.
Asimismo, en el libro del Pensamiento complejo,
Morín nos hace saber que la vida social exige que nos comportemos como maquinas
triviales (cuando conocemos todas sus entradas conocemos todas sus salidas),
esto habla de comportamientos predecibles, pero el ser humano por naturaleza
propia es no trivial, si no consigue la solución de una manera busca otra hasta
alcanzarla o fracasar en el intento. Aunque, muchos países optan por políticas
triviales donde obtengan respuestas conocidas o manejables por sus ciudadanos
siempre sale a la luz que el comportamiento humano individual y en conjunto no
puede ser restringido.
La identidad Terrenal es el cuarto saber, formula
que debemos enseñar sobre la crisis que actualmente enfrentamos alrededor de
todo el mundo, producto de las acciones tomadas por las sociedades en los
últimos siglos. Como de ahora en adelante todos poseemos los mismos problemas
de vida o muerte y compartimos un destino común las sociedades por más remotas
que estén, nos corresponde trabajar para un mismo fin con estrategias y
acciones diferentes que contribuyan a no empeorar lo que ya está en deterioro.
Aunque como se dice en el libro de Pensamiento Complejo “la acción es
estrategia”. La palabra estrategia no designa a un programa predeterminado que
baste para aplicar en el tiempo. La estrategia permite, a partir de una
decisión inicial, imaginar un cierto número de escenarios para la acción,
escenarios que podrán ser modificados según las informaciones que nos lleguen
en el curso de la acción y según los elementos diversos que surgirán y
alterarán la acción.
El quinto saber llamado “Enfrentar las
incertidumbres”, trata del deber que tenemos en desarrollar un pensamiento que
reconozca y enfrente la inseguridad de nuestro tiempo, que enseñe principios de
estrategias que nos permitan desafiar todos los conflictos y problemas que se
nos presentan a diario en diferentes entornos, asimismo, modificar este
perfeccionamiento en virtud de las informaciones en el camino. Las
ciencias nos han revelado muchas certezas, pero también nos han dado muchas
incertidumbres, pero no se puede escapar de ellas y vivir alejado de las
ciencias.
La educación del futuro debe estar encaminada a
enseñar a comprender, a tolera y a valorar todo aquello que nos rodea, esos son
los principios básicos del sexto saber “Enseñar la Comprensión”. En ocasiones
nos sentimos el centro del universo, el que todo lo sabe y lo que no conocemos
o nos parece extraño es mentira, secundario o atenta contra nuestra forma de
pensar, es ahí donde cometemos el grave error de no aceptar que desconocemos
algunas cosas y que no tenemos las respuestas para todo, llegamos a
convertirnos en simplistas evocando el “Pensamiento complejo”, perdemos la
comunicación y hasta la ética por el simple hecho de defender algo que sabemos
que está mal, es de ahí la importancia que tiene reflejar este entendimiento de
la comprensión para que las próximas generaciones no cometan otros tropieces.
Por último, tenemos “La Ética del Género Humano”,
donde se orienta a la educación a contribuir en la toma de conciencia del
cuidado de nuestro planeta y nuestra comunidad. Está conciencia se debe
concebir en la voluntad de producir verdaderos cambios en la manera de pensar y
actuar. La ética no se enseña con clases de moral y valores solamente hay que
hacer pensar a cada persona que es humano, un individuo, pero que forma parte
de una comunidad o sociedad y que en estos días llenos de complejidad debe
existir un verdadero compromiso con la solidaridad.
FLORICELDA ARMADA
FLORICELDA ARMADA
lunes, 26 de noviembre de 2012
“EDGAR MORÍN”
Los
Siete Saberes Necesarios Para La Educación Del Futuro.
El libro de los siete
saberes, es una muestra de que hay situaciones cotidianas que muchas veces nos
parecen insignificantes o poco importantes, y simplemente las dejamos pasar, Morín
nos muestra una perspectiva amplia de lo que la educación necesita, ya que
estamos encaminados hacia un futuro tecnológico y cambiante que es imposible
detener. Considero que la propuesta de Morín nos indica la dirección de
nuestras acciones y reacciones, para que fijemos nuestra atención sobre esos
detalles que por su simplicidad y cotidianidad, pasan desapercibidos ante los
ojos de los educadores.
En
el primer capitulo, titulado “La ceguera del conocimiento: el error y la
ilusión” nos introduce al análisis crítico del concepto educación. El sostiene
que no es posible que la educación que es la que tiende a comunicar los
conocimientos, permanezca ciega ante el conocimiento humano, sus disposiciones,
sus imperfecciones, sus dificultades, sus tendencias tanto al error, como a la
ilusión y, ésta la educación no se preocupe en absoluto por hacer conocer lo
que es conocer. Continúa señalando que el conocimiento no se puede considerar
como una herramienta “hecha” que se puede utilizar sin examinar su naturaleza.
Por ello concluye, que el conocimiento del conocimiento debe aparecer como una
necesidad primera, que sirva de preparación para enfrentar riesgos permanentes
de error e ilusión que no dejan de rondar la mente humana.
En
el capítulo segundo, Morín habla de los principios de un conocimiento
pertinente. Existe un problema capital, aun desconocido que está referido a la
necesidad de promover un conocimiento capaz de abordar los problemas globales y
fundamentales, para inscribirlos en ellos, los conocimientos parciales y
locales. La supremacía de un conocimiento fragmentado según las disciplinas,
impide a menudo, operar el vínculo entre las partes y las totalidades y debe
dar paso a un modo de conocimiento capaz de aprehender los objetos en sus
contextos, sus complejidades, sus conjuntos. El concluye este capítulo,
señalando que es necesario desarrollar la aptitud natural de la inteligencia
humana para ubicar todas sus informaciones en un contexto y en un conjunto. Es
necesario enseñar los métodos que permiten aprehender las relaciones mutuas y
las influencias recíprocas entre las partes y el todo y el todo en un mundo
complejo.
El
capítulo tercero, se refiere a la enseñanza de la condición humana. Morín dice,
“el ser humano es a la vez físico, psíquico, biológico, cultural, social,
histórico”. Es ésta unidad compleja de la naturaleza humana la que está
completamente desintegrada en la educación a través de las disciplinas y que
imposibilita aprender lo que significa ser humano. Para Morín lo que hay que
hacer es, restaurarla de tal manera que uno donde este, tome conocimiento y
conciencia al mismo tiempo de su identidad compleja y de su identidad común a
todos los demás humanos. Así la condición humana debería ser objeto esencial de
cualquier educación; Finaliza el capitulo señalando que el reto es, cómo a
partir de las disciplinas actuales es posible reconocer la unidad y la
complejidad humana, reuniendo y organizando conocimientos dispersos en las
ciencias de la naturaleza, en las ciencias humanas, la literatura y la
filosofía y mostrar la unidad indisoluble entre la diversidad y la unidad de
todo lo que es humano.
El
capítulo cuarto de la obra de Morín se refiere a la enseñanza de la identidad
terrenal, sostiene que en lo sucesivo el destino planetario del género humano
será otra realidad fundamental que hoy es ignorada por la educación. Dice “El
conocimiento del desarrollo de la era planetaria que van ha incrementarse en el
siglo XXI y el reconocimiento de la identidad terrenal que será cada vez más
indispensable para cada uno y para todos deben convertirse en uno de los
mayores objetivos de la educación”. La era planetaria que comienza con la
comunicación de todos los continentes en el siglo XVI, cada vez hace más inter
relacionadas todas las partes del mundo. Sin embargo estas inter relaciones no
han superado las opresiones y dominaciones que aún solazan la humanidad,
configurando escenarios distintos, contradictorios y contrapuestos, lo que no
implica que todos los humanos, confrontados en estos tiempos, con los mimos
problemas de vida y muerte, lo que nos debería llevar a visualizar que vivimos
una misma comunidad de destino.
En
el capítulo quinto hace referencia a la necesidad e enfrentar las
incertidumbres. Morín dice: “la ciencia nos ha hecho adquirir muchas certezas,
pero de la misma manera nos ha revelado - principalmente en el siglo XX -
innumerables campos de incertidumbre”. El sostiene que la educación debería
comprender la enseñanza de las incertidumbres que han aparecido en las ciencias
físicas (microfísicas, termodinámica, cosmología), en las ciencias de la
evolución biológica y en las ciencias históricas. Se tendrán que enseñar
principios de estrategia que permitan enfrentar los riesgos, lo inesperado y lo
incierto y modificar su desarrollo en virtud de las informaciones adquiridas en
el camino. Un examen de los grandes acontecimientos y accidentes de se han
suscitado en la historia de la humanidad casi todos ellos inesperados, así como
el reconociendo de que cada vez es mayor el abandono de los conceptos
deterministas de la historia humana, que creía poder predecir nuestro futuro,
nos deben llevar a preparar nuestras mentes para esperar lo inesperado y para
poder afrontarlo. Morín concluye señalando: “Es imperativo que todos aquellos
que tiene la carga de la educación estén a la vanguardia con la incertidumbre
de nuestros tiempos”.
El
capítulo sexto Morín relata la enseñanza de la compresión, parte por sostener
que la compresión es al mismo tiempo medio y fin de la comunicación humana y
que lamentablemente la educación para la compresión esta ausente de la
enseñanza. El dice: “El planeta necesita comprensiones mutuas en todo sentido.
La comprensión mutua entre humanos, tanto próximos, como extraños es en adelante
vital para que las relaciones humanas salgan de su estado bárbaro de
incomprensión”. De igual forma sostiene,
que las interdependencias se hayan multiplicado la comunicación, el
planeta está cruzado por redes, faxes, teléfonos, celulares, módems, internet y
otros. Sin embargo la incomprensión sigue siendo general. Educar para
comprender las matemáticas o cualquier otra disciplina es una cosa, educar para
la comprensión humana es otra cosa; ahí se encuentra justamente la misión
espiritual de la educación: enseñar para la compresión entre las personas, como
condición y garantía de la solidaridad intelectual y moral de la humanidad. Morín
finaliza este capitulo diciendo que la compresión humana sobrepasa la
explicación, comprender incluye necesariamente un proceso de empatía, de
identificación y de proyección.
En
el último capítulo, que es el séptimo hizo referencia a la ética del género
humano. Morín nos dice que la educación debe conducirnos a una antro ética
considerando el carácter ternario de la condición humana, que implica ser individuo/sociedad/especie. En este sentido
continúa señalando que la ética individuo/especie, necesita un control mutuo de
la sociedad por el individuo y del individuo por la sociedad, es decir la
democracia. La ética no se podrá enseñar con lecciones de moral, ella debe
formarse en las mentes a partir de la conciencia que el ser humano es al mimo
tiempo individuo, parte de una sociedad, parte de una especie. Llevamos en cada
uno de nosotros esta triple realidad. De igual manera todo desarrollo
verdaderamente humano debe comprender el desarrollo conjunto de las autonomías
individuales, de las participaciones comunitarias y la conciencia de pertenecer
a la especie humana.
En
conclusión, todo el texto de “Los siete saberes necesarios para la educación
del futuro” es una muestra del discurso filosófico-poético de uno de los
pensadores más sutiles de la actualidad, aunque su propuesta teórica no es un
esquema concebido como receta mágica, sino una “flecha” que aspira a entrar hasta
la última de nuestras células para que reaccionemos y fijemos nuestra atención
sobre esos detalles que por su simplicidad y cotidianidad pasan desapercibidos
ante los ojos de los investigadores, donde se
optimice la formación humana…
PROFESORAS: GONZALEZ NAYBELIS. Ci. 17.549.843.
GONZALEZ NAYROBYS. Ci: 18.226.519.
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